jueves, 24 de marzo de 2011

Alejandra Pizarnik. La condesa sangrienta

"Sentada en su trono,
la condesa mira torturar y oye gritar.
Sus viejas y horribles sirvientas son figuras,
silenciosas que traen fuego, cuchillos,
agujas, atizadores; que torturan
muchachas, que luego las entierran.
Como el atizador o los cuchillos, esas viejas
son instrumentos de una posesión.
Esta sombría ceremonia tiene una sola
espectadora silenciosa"