jueves, 28 de mayo de 2009

La sangre


Fluido extraño,
al intentar vaciarnos de ella
motivados por la tristeza, el dolor o el odio
intentando extirpar hasta la ultima gota de nuestro cuerpo
comprobamos que existe un límite,
estándar aunque difuso,
en el que todo está en juego y todo puede perderse.

Viscosa se desliza por la palma y mis dedos
gotea elegante
e inunda el aire de su sabor metálico
fetiche o catarsis
ausente en mis uñas moradas de frío
emerge tímida en tus labios
deslizándose cálida en mi lengua

Cae al piso y como un río inunda las escaleras
y se lleva todo el llanto
cada deseo guardado por años de liberarme de ella
cada instante cuyo deseo es la aniquilación
la destrucción apocalíptica
propia y ajena

Inundada en mi sangre
bañándome en ella
jugueteando a salir y entrar nuevamente en mí
agrupándose reseca en los bordes
que hago trizas con mis dientes
como si en su muerte
se fuera mi pena.

Me sumerjo en su tibieza como en el sueño eterno...